Esa energía extraordinaria, que va más allá de lo tangible, de lo palpable, que te hacen sentir que son posibles los sucesos sobrenaturales, todo aquello que a pesar de ser efímero, te transporta a un mundo oculto.A eso, se le llama magia y una vidente sabe y puede manejarla.
Las habilidades se van desarrollando al ir transitando la profunda dimensión de las ciencias ocultas, pero con el don se nace. Las buenas y verdaderas videntes son personas que pueden sentir y ver tú aura, tú esencia y energía, conocen lo desconocido, es por ello que pueden ser de gran ayuda.
Si las adivinas son buenas, tienes la sensación de bienestar y de alguna manera de estar con ese ser que te ayudará a sanar tú alma. Por eso, hay tanta demanda en cuanto al tema de la vida amorosa y laboral, pues son áreas de nuestras vidas muy sensibles y de la que muchas veces perdemos el control.
Cuando en bien y el mal quieren obrar desde un mismo escenario
Al acudir a alguna actividad mística, ya sea de forma personal o a distancia, siempre deberás tomar en cuenta muchas señales, para así poder diferenciar entre una verdadera profesional y una persona fraudulenta. Puedes estar seguro que no quieres perder tiempo, dinero y mucho menos energía contactando a una charlatana.
En primer lugar, una buena vidente es amable, calmada, transmite serenidad y bondad, al hablar con ella la conexión será instantánea, esa unión espontánea que brota como una chispa divina. Seguidamente, sentirás un buen nivel energético o vibra positiva, entrarás en confianza rápidamente, porque recibirás empatía.
Además de todo esto, también podrás percibir que está abierta a cualquier pregunta, sin cerrar esa brecha de confianza que experimentaste desde el primer momento, en ese instante la sabiduría se hará presente, aportándote datos concretos, fechas, nombres.
Ahora está la otra cara de la moneda, las malas videntes, las del fraude. En un primer momento pudieran engañarte, quizás su forma de hablar corresponda con la de una adivina. Pero, no sentirás conexión alguna, porque será cortante, transformará tus preguntas por unas que ella pueda contestar, no sentirás sabiduría, si no ego.
Sus respuestas serán divagantes, mecánicas y esquivas, carecen de empatía, porque no tiene la percepción, ni receptividad, que garantiza el nacer con el don divino de la magia innata.
La combinación perfecta de tarotistas de alto rango
De las herramientas más poderosas para entender el pasado y predecir el futuro, están las cartas del tarot, su simbología milenaria, ancestral no tienen comparación alguna. El tarot más prestigioso se encuentra en manos de un excelente equipo.
Patricia Acebo, experta vidente y pitonisa fenomenal, tiene dos décadas laborando con un equipo de profesionales, que trabajan por vocación y fuerte convicción de hacer el bien. Brindan la más confiable atención a todas aquellas personas que recurren a ellas, atienden tiempo completo con total dedicación.
Para contactar a esta adivina puedes enlazarte a su página web o través de la vía telefónica. Cada una de las profesionales del arte de la adivinación que trabajan con ella, te atenderán de manera particular desde sus hogares, no hay aglomeración de gente , así que las energías no estarán dispersas, eso te garantiza una verdadera atención exclusiva.
Una vez más se puede apreciar a través de la comparación, como labora una profesional, de una persona que solo busca lucrarse a través de la inocencia y necesidad de ayuda de las personas. Evita sumarte a esas personas que son engañadas a diario, por desconocer la existencia de las buenas videntes.
Así mismo, debes tener en cuenta un factor importante, el costo de las consultas son muy variados, no superan los treinta (30) euros. Hay presentaciones engañosas, ofreciendo servicios muy por debajo del costo o excesivamente económicas. Tendrás que tener ojo visor, pues trabajan por acumulación, salen rápido del cliente, porque lo ven solo como eso, como un cliente más.
Quedarás entonces insatisfecho, con la sensación de que todo quedó a medias, al contrario de una profesional, que si te brindará una sensación satisfacción y plenitud, pues te trata como su igual. Sentirás que acabas de estar en el consultorio de un médico que te ayudará a fortalecer tú alma.
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